martes, 24 de junio de 2008

Pieycha: Lo orgánico y lo primitivo, lo visionario y lo místico.

Pedro Sanjurjo, Pieycha, nace en Posada de Llanes (Asturias) en 1943.

Irrumpe en el mundo de la creación artística en 1989. Destacado dirigente sindical durante los últimos años del franquismo, se dedicó por entero al arte tras abandonar la política activa y ha desarrollado una extensa obra desde su primera exposición individual en 1990.

Los materiales que con más frecuencia emplea son las maderas, el mármol, piedras... materiales que "retuerce" hasta lograr complejas formas que nos remiten al origen de la vida, a formas zoomorfas... Trabaja sobre bases surrealistas dotadas de una simbología propia, donde el mensaje existe antes de nacer la obra.

Luchador incansable y comprometido, muchas de sus obras respiran un aire de denuncia contra la opresión y las injusticias.
La injusticia social, la opresión y el resurgimiento de la vida son el fondo. La naturaleza, las formas de animales y el surrealismo, la forma.

Sus piezas remiten a la escultura arcaica, siendo sus cuadros prolongaciones de su escultura. Busca ante todo el efecto expresivo, desprecia la ciencia de la perfección anatómica y trabaja los materiales desde una sólida base artesana.

Lo primitivo es la ley en el Arte del siglo XX, y Pieycha es un primitivo. Por muchas cosas. Por artesano que conoce una a una las piedras que trabaja sin descanso y obtiene resultados sorprendentes, consiguiendo a través de sus secretas técnicas una rabiosa originalidad. Sus piezas provocan al tacto: incitan a tocar los apliques metálicos, las superficies ásperas a la bujarda o los brillantes mármoles y calizas. Pero también es un primitivo por su simbolismo que nos habla de verdades ocultas, analogías olvidadas y de injusticias de una forma brutalmente expresiva.


Resumen de criticas sobre Pieycha.

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